El deporte es una herramienta para mejorar tu salud física, pero hay más factores a considerar. En mi experiencia cada una de las disciplinas que he practicado desde correr, pesas, nadar y hacer hike, han incrementado mi curiosidad por entender de qué se trata cada una de ellas, cuestionar cómo practicar tal deporte mejor, porque me siento así, cómo esto puede ayudarme a cuidar de mi; y lo más importante cómo contribuye a mi salud. Pero el cambio más relevante fue cuando me tomé en serio el tema de la alimentación, porque esto le dio un giro de 360 grados a mi rendimiento físico, emocional y mental. Gracias a la guía de personas maravillosas y profesionales, aprendí a seleccionar lo que comía, lo que permitía ocupar un espacio en mi alacena. Esta fase de sustituir los ingredientes de cocina, duró casi un año, una de las partes más difíciles de ser disciplinado es atreverte a desaprender para volver a aprender. Porque a veces somos conscientes de lo que nos cae mal, pero ahí seguimos. Un ejemplo muy claro, es el consumo de azúcar refinada, que levante la mano quien pueda decir que la consume porque es saludable, hasta este momento no conozco a nadie.
Siempre estamos reconstruyéndonos y si necesitas un consejo, no importa como comiences, tan solo comienza. Parte de ser consciente es aceptar que para tener mejores relaciones con los demás primero debemos mejorar la relación con nosotros mismos. No es suficiente con decir frases inspiradoras, el amor propio se ve en los actos de autocuidado, dime que le das a tu cuerpo y de que te nutres, ese es el grado de amor propio que te tienes, ese es el compañero de vida que le darás a tu pareja, es el padre que tendrán tus hijos, y aún más importante es el cuerpo de la persona que te acompañara cuando tengas 70 años o más . Es bonito querer cambiar el mundo, pero es más bonito cambiarte a ti. Marcel Proust decía: “Aunque nada cambie, si yo cambio, todo cambia”. Así que hoy te invito a dar el primer paso, a comenzar el cambio en ti.
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